domingo, 23 de febrero de 2014

LOS 7 PROPÓSITOS DEL AYUNO

A continuación les comparto un estudio que espero  sea de edificación y crecimiento a fin de  tener una vida espiritual más fuerte y en consecuencia,  una vida más victoriosa en Cristo y el Poder del Espíritu Santo.




TEXTO BASE:   
Isaías 58:5 ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? 

Isaías 58:6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 

La Palabra nos destaca una serie de beneficios del ayuno: 

1) Desata Ligaduras y trae liberación. 

En nuestras vidas pudieran haber situaciones muy difíciles que parecieran tenernos atados, y que no hemos podido vencer o controlar con simple fuerza de voluntad u oración. 

Estas ataduras o ligaduras pueden ser: Vicios, hábitos malos, problemas emocionales o de carácter; debilidad en contra de algún pecado (tentación o pensamientos sucios), o frialdad espiritual. 

Estas ligaduras son el resultado de la obra de Satanás en nuestras mentes; Satanás nos miente en cuanto a la situación que nos controla, haciéndonos creer que no podremos vencerla; y a pesar de que Filipenses 4: 13 nos dice que: “todo lo podemos en Cristo que nos fortalece”, por alguna razón optamos por creer más a la palabra de Satanás que a la Palabra de Dios. 


La mentira de Satanás nos convence de que no tenemos poder en contra de tal situación, y si Satanás logra controlar nuestro pensamiento, controlará también nuestras vidas. 


Si todos nuestros intentos por vencer alguna de estas situaciones que nos controlan han fallado, y por mas que nos esforzamos seguimos cayendo en la misma situación, podemos concluir que tenemos un problema de ligaduras que nos esta atando y no nos deja ser libres. 

El apóstol pablo nos recuerda que cuando nos encontremos en situaciones de esta naturaleza, Dios ya nos ha dado una vía de escape, el señor ha provisto una salida, él nos ofrece una solución y ha diseñado un plan para combatir cualquier debilidad (tentación) que no quiera soltarnos y aún parezca ser sobrehumana; Pablo dijo: 


No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10: 13 


El ayuno es la salida que Dios le da al que esta siendo tentado; él promete respaldar el ayuno para libertarnos de cualquier situación difícil que nos este atando. El señor les dijo a sus discípulos después de que ellos probándolo todo, habían fracasado en su intento por liberar a un niño lunático que estaba fuera de control: 


“Es que este género no sale sino con oración y ayuno”. (Mateo 17: 21) Lo que Cristo dijo es que cuando alguna situación no se ha podido vencer por ningún medio, hay que ayunar.


Muchas personas no pueden dejar algún mal hábito o debilidad, y aunque lloran y aun hasta oran sinceramente, buscando liberación, continúan en la esclavitud. El ayuno se enfrenta a este tipo de esclavitud y rompe sus ligaduras. Cuando usted ayuna, usted esta luchando por el control de su vida. Controlando lo que come, usted determina que controlará su vida para el propósito de Dios. 


Cuando usted hace una promesa de cambiar y la refuerza con ayuno, usted fortalece esa decisión con la fuerza de Dios. Cuando usted hace la decisión de ayunar, se hace mas fuerte para enfrentarse a la fuerza que ha esclavizado su mente y ha atado su voluntad. 


Con el ayuno usted restringe su apetito físico para fortalecer su apetito espiritual y empaparse de la unción de Dios. La unción que el ayuno trae a nuestras vidas pudre y rompe cualquier yugo que nos pudiera estar atando. Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción. Isaías 10: 26

2) Crucifica la carne y devuelve el control físico. 


Nosotros debemos ser señores y no esclavos de nuestro propio estómago. Hay quien no se da cuenta de su esclavitud a la comida, ni del hecho de que ser esclavo de nuestro estómago nos trae una pérdida de poder espiritual. El primer pecado cometido por el hombre en el Edén, fue el resultado de la falta de control sobre el estómago. La tentación de comer algo resultó en la caída de toda la raza humana. Hombres grandes como: Noé (Gen 9: 20), Jacob (Gen 24: 28), y Esaú (Heb 12: 16), cayeron ante la seducción de la comida. 

El pecado, el dolor, la enfermedad, y aun la muerte que imperan en el mundo hoy día, vinieron porque “el primer Adán” gustó del fruto prohibido. Sin embargo cuando Cristo, “el postrer Adán” viene a arreglar el caos que el primer hombre causó, lo hace absteniéndose de comer. Allí donde el primer Adán fracasó, el segundo triunfó. 

Pablo, quien declaró haber practicado “muchos ayunos” (2 Corintios 11:27), dijo: 

Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces... cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Filipenses 3: 17-19

El ayuno nos ayuda a someter nuestro vientre, y librarnos de su sutil dominio. Pablo exhorta a la iglesia diciendo: Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros... Colosenses 3: 5

El ayuno nos ayuda a mantener el equilibrio en nuestra vida; pues ¡Con cuanta facilidad permitimos que las cosas no esenciales tomen prioridad en nosotros! ¡Con que rapidez practicamos cosas que no benefician hasta el punto de esclavizarnos! 

Pedro dijo que: el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. (2 Ped 2: 19) 

Por eso Pablo afirmó: todas las cosa me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna (1Corintios 6:12).

Nuestros anhelos y deseos humanos son como un río que tiende a desbordarse; sin embargo el ayuno ayuda a mantenerlos en su propio canal. Pablo dijo: Castigo mi cuerpo y lo obligo a obedecerme, para no quedar yo mismo descalificado... (1 Corintios 9:27 V.P.)

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí... Gálatas 2: 20ª

3) Purifica físicamente. 

El ayuno, al contrario de lo que muchos pudieran pensar “Es saludable y recomendado por los médicos”. La ciencia medica ha venido descubriendo últimamente los poderosos beneficios físicos que se pueden obtener por medio del ayuno. Al ayunar nuestro sistema digestivo descansa, (lo cual le hace bastante falta). En el momento que se digiere el ultimo bocado de comida, todo nuestro organismo comienza un proceso de purificación. Por medio de este proceso el organismo desecha las toxinas que se van acumulando debido a la mala alimentación o exceso de ella. 

A esto se debe que cuando se ha estado algunas horas sin comer en el aliento se percibe un mal olor. Lo que sucede es que el organismo esta desechando toxinas y venenos a través de la lengua. Si se esta bastante tiempo sin comer es posible detectar una capa pastosa en la lengua, evidencia de los desechos que se están expulsando. 

Otros síntomas de la expulsión de desechos son: el obscurecimiento de la orina, dolores de cabeza en los que acostumbran la cafeína, mal olor de la piel, mareos, cansancio, calambres, fiebre y ocasionalmente vómito. Cuando ayunamos, según los médicos, nuestro organismo descansa, se purifica, y hasta se rejuvenece. Así que si desea vivir una vida más saludable y disfrutar de una apariencia más juvenil, ¡ayune!


4) Purifica espiritualmente. El ayuno es como un “tune up” tanto físico como espiritual. El ayuno hace de nuestra vida un vaso de honra, limpiando nuestro espíritu, purificando nuestra alma, santificando nuestra vida, vaciando nuestro ser de todo lo que estorbe el fluir de la esencia espiritual en nuestras vidas. Por medio del ayuno el cristiano se deshace de lo que no le ayude en su vida espiritual a manera de una purga, dejando su ser limpio de todo lo que pudiera bloquear la obra de Dios en nosotros. 

Así como nuestro organismo se va contaminando a causa de una alimentación inapropiada o de baja calidad, nuestra vida espiritual se contamina con las diferentes cosas que llegan a nosotros. Consiente e inconscientemente nuestra alma esta siendo bombardeada a diario con toda clase de suciedad e inmundicia que sin cesar circula a nuestro derredor. 

Así como el cuerpo se purifica por medio del ayuno, nuestro espíritu se purifica también por medio de él. El ayuno quema toda impureza que contamine nuestra alma y estorbe el fluir del espíritu de Dios en nuestro ser. Al ayunar nos sometemos voluntariamente al renunciamiento mientras rechazamos uno de los placeres más grandes de la vida; la comida. El ayuno es ese horno en el que nos purificamos. Su fuego refina nuestra fe; sus llamas separan y eliminan las impurezas de nuestro carácter; su calor trae la pureza a nuestros corazones. 

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5: 16

Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones... Santiago 4: 8-10.

5) Trae crecimiento espiritual. ( fortaleza espiritual) 

Puede suceder que en alguna parte recóndita de nuestra vida, hayamos sentido el llamado a una vida más profunda, mas plena. Quizás nos sentimos cansados de experiencias frívolas y superficiales. Sólo de vez en cuando hemos  captado vislumbres e indicios de que hay algo más profundo que lo que hemos experimentado hasta el presente.

"Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus Olas han pasado sobre mí. Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida" (Sal. 42: 7)
El ayuno nos introduce y prepara a una vida espiritual y comunión con Dios más profunda. Aclara y libera nuestra mente, poniéndola en sintonía con la de Dios, la transforma y la renueva. Como resultado sentiremos la presencia del Señor más que nunca antes y veremos el fruto de Su Espíritu Santo manifestándose viva y palpablemente en nuestra vida diaria. 
El ayunar con un corazón y motivación puros trae: 

a) Avivamiento personal. El ayuno hace operar la obra interna del Espíritu Santo de una manera poderosa y poco común. Puede hasta restaurar en uno la perdida del primer amor.

b) Aumenta nuestra percepción y  recepción espiritual. El ayuno no hace que Dios hable más fuerte pero afina y limpia nuestro ser de tal manera que podemos escuchar mejor. La limpieza física que produce el ayuno es solo una muestra de lo que esta sucediendo en nuestra vida espiritual. El ayuno nos purifica el alma, cuerpo, y espíritu. Al ayunar nos despojamos de nosotros mismos y nos abrimos al mismo tiempo a Dios para que él nos llene de su presencia y sature cada rincón de nuestro ser.

c) Nos ayuda a entender mejor la Palabra de Dios. Como el ayuno limpia y quita todo lo que estorba el fluir de lo espiritual en nosotros, esto produce que en nosotros la Palabra de Dios tenga mayor significado, que cobre vida y que sea más vital y practica. El que ayuna regularmente no solo experimentará una mayor comprensión de las Escrituras, sino que se deleitará y sentirá placer en pasar tiempo leyéndola.

d) Transforma nuestra vida de oración. El ayuno trasforma el tiempo de oración en una experiencia más rica y personal. Al ayunar le permitimos a Dios obrar mas efectivamente. Son muchas las ocasiones en que nos preguntamos frustrados porque nuestras oraciones se tornan mecánicas y aburridas, y muchas de ellas no tienen respuesta; sin embargo esto no tiene que ser así.

Como ya dijimos, el ayuno limpia nuestro conducto espiritual; al ayunar nuestra sensibilidad espiritual aumenta y percibimos con mas facilidad las cosas espirituales. Al ser más sensibles a lo espiritual, nuestras practicas espirituales cobran una nueva dimensión en nosotros, y somos capaces de desarrollarnos en ellas con mas facilidad y libertad. El que ayuna no solo ora con más facilidad y libertad, sino que es capaz de profundizarse y adentrarse en la oración con mas pasión y vehemencia. La disfruta más y hasta se deleita en el tiempo que pasa orando; esto viene a traer como resultado que su vida de oración sea mucho más efectiva.

Las palabras nunca faltan en la oración de quien ayuna regularmente, el tiempo en oración, raramente es problema para aquel que dedica atención a la disciplina de ayunar. El aburrimiento y pesadez que son a veces característicos de la oración para muchos, no serán enemigos fuertes en aquellos que se proponen ayunar constantemente. La desilusión de no recibir respuesta a la oración puede ser erradicada de nuestras vidas si tan solo ayunamos como Dios nos enseña en la Biblia. La fe se desarrolla y mantiene fuerte por medio de la oración; y la oración a su vez se desarrolla y fortalece por medio del ayuno. 

e) Desarrolla los dones espirituales. Para desarrollarse y desenvolverse en el mundo espiritual es necesario una vida de oración acompañada con ayuno. El ayuno abre el alma y el espíritu a este mundo espiritual y trae a nuestras vidas una fuente de poder y unción que nos ayuda a movernos con éxito en la dimensión del espíritu. Jesús reveló a sus discípulos el secreto del éxito en el ambiente y los dones del Espíritu. Jesús dijo: Pero este género no sale sino con oración y ayuno. Mateo 17: 21


6) Refuerza la intercesión. 

 Todos tenemos necesidades. Algunas pueden ser sencillas, otras sin embargo,   son grandes, trágicas y muy difíciles; problemas humanamente imposibles de resolver, tales como: una enfermedad incurable, Posesión demoníaca de algún amigo o familiar, la eminente destrucción de alguien, alguna tormenta emocional que nos este destrozando, etcétera. En situaciones como estas,  el ayuno refuerza nuestra plegaria delante del Dios de los cielos.

a. El Ayuno y la intercesión. Todo cristiano es llamado según la Escritura “sacerdote”. La función del sacerdote es la de interceder por alguien o pedir por alguna necesidad. El sacerdote viene a ser como un puente o canal por el cual fluye la respuesta de Dios hacia nosotros mismos o la persona por la que se intercede. Al ayunar limpiamos este canal o conducto de tal manera que toda impureza, estorbo, u obstáculo que detiene la bendición de Dios es quitado, y la unción de Dios fluye libremente a través de nosotros transportando nuestras oraciones sin estorbo, hasta la presencia misma de Dios.

En una ocasión Judá estaba a punto de ser atacada por varias naciones, al saberlo el rey Josafat se valió del ayuno para interceder ante Dios. Dice la Biblia que: Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. (2 Crónicas 20: 10)

En su oración reconoció el poder de Dios y sus propias limitaciones en la situación en que se encontraban diciendo: !Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos. (2 Crónicas 20: 12)

La humillación por medio del ayuno, la purificación que este produce, y la intercesión intensa, mueven la mano de Dios a nuestro favor en situaciones muy difíciles y apremiantes.

7) Guía en las decisiones. 
Cuando hay decisiones muy importantes o dífíciles que tomar ,  cuando la decisión que tomemos tiene el potencial de afectar radicalmente nuestras vidas, el ayuno nos puede ayudar dándonos guianza al tomar esa clase de decisiones.

Parece ser que Saulo (Pablo) después de tener un encuentro con el Señor se puso en ayuno buscando dirección."Entonces Saulo(Pablo)  se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió". (Hechos 9: 8,9)

La iglesia primitiva se valió del ayuno para tomar sus decisiones. La Biblia dice que en una ocasión: "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado"  (Hechos 13: 2)