jueves, 31 de julio de 2014

Cultivando Nuestro Desierto. Por hna, Viviana Serrano Frias

Base Bíblica:

Óseas 2:14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón




Introducción:  

Los desiertos son lugares secos, aparentemente deshabitados, estériles….. Una vez ví un documental de National Geographic sobre los desiertos del mundo.  Allí mostraban hermosos paisajes de verdaderos mares de arena, donde el viento cambiaba el paisaje de un minuto a otro.  El comentarista hablaba acerca de las temperaturas extremas, donde de día el sol es abrazador y en la noche el frío es también muy marcado.  Luego mostraba especies animales y vegetales de bellos colores que vivían en el desierto. Entonces me preguntaba hacia mis adentros, cómo puede ser que en tan extremas condiciones pueda prosperar algo, pueda generarse vida. Cuando me tope con esta porción de la palabra leyendo la Biblia, pensé que ciertamente, hay momentos de nuestro caminar con Cristo que se parecen a un desierto.  El sol de la prueba quema, parece que estamos lejos de todo, solos, y muchas veces desorientados.
Proposición:  en la soledad del desierto opera el poder transformador de Dios . El desierto es el lugar donde el Señor trabaja nuestra vida para que florezcamos espiritualmente.

 ¿QUÉ ES EL DESIERTO?

1° UN LUGAR DE SOLEDAD
a.     
·         Hay SOLEDAD
·         Hay quebranto
·         La comida es limitada
·         Un lugar de preparación
·         Un lugar de transformación
·         Un lugar para oír y aprender
·         Un lugar para recuperar la perspectiva y oir a Dios

b.    
Moisés (zarza) Éxodo 3:1
Al pueblo de Israel (Deuteronomio 8:16)
Jacob (sueño de la escalera)
Elías (llamamiento, 1° Re. 17-18)
Juan (en Patmos, el apocalipsis)

c.     
d.    
En nuestras vidas en algún momento se da este tiempo en el que nos sentimos transitando el desierto, ese lugar donde Dios nos separa de todo menos de él. Donde nos sentimos solos, abandonados,  quebrantados, donde Dios nos lleva al límite de nuestras fuerzas para entonces comenzar a trabajar él. En los desiertos el Señor trata con nuestra autosuficiencia y con nuestro orgullo, es allí donde la voz de Dios no se confunde con ninguna otra para luego estar preparados para que él nos use.


Los grandes hombres de Dios y los profetas fueron forjados en el desierto.
 ¿QUÉ HACE DIOS EN EL DESIERTO?


2°  DIOS CULTIVA NUESTRO DESIERTO
                                                                                   


·         El quebrantamiento ablanda nuestro tierra (corazón)
·         aprendemos a depender sólo de Dios para salir adelante. 
·         No hay nadie con quien hablar sino con Dios
·         Dios nos pone en foco de nuevo
·         Dios nos planta la visión
·         Dios cultiva el llamamiento
·         Nos da su dirección
·         Dios hermosea nuestra vida y hace florecer nuestro ministerio

a.     

  1. ·         Moisés estaba en el desierto, solo, cuidando unas ovejas cuando Dios lo llamó (Exodo 3:1)
  2. ·         El pueblo de Dios caminó 40 años por el desierto hasta llegar a la tierra prometida porque necesitaban que el Señor tratara con su corazón primero.(Josué 5:6)
  3. ·         Josué y Caleb fueron forjados en el desierto para guiar a la nueva generación (Josué 14)
  4. ·         David estaba allá sólo y olvidado cuidando las ovejas de su padre(1° Sam. 16:11)
  5. ·         Juan el Bautista proclamó el mensaje transformador desde el desierto hasta la ribera del Jordán (Lc. 3:2)
  6. ·         Pablo pasó 3 años en el desierto antes de ser levantado como “apóstol”  (gál. 1. 16-18)

b.    La semilla cuando es enterrada y luego de un tiempo florece. (las flores de los cactus)
c.       
En la Iglesia, el Señor continúa moldeando sus grandes hombres y mujeres en lugares desolados, tenemos que saber que más de una vez Jesús nos llevará al desierto para hablar a nuestro corazón.
Así como el Señor sufrió la soledad en Getsemaní y así se preparó para manifestar el Espíritu Santo en su resurrección, nosotros como siervos de Dios también pasaremos por allí, para morir   y luego resucitar transformados.


Quien intente caminar con Dios no podrá evitar el desierto. El desierto es un lugar de transformación y de cultivo.
Cuando Dios quiere formar un hombre o una mujer para que le sirva lo llevará allí.

      II.            
El Señor permite que pasemos por el desierto con un propósito que es cultivar nuestra soledad y transformarnos para cumplir su propósito con nosotros.
En el desierto y en las sequías de nuestra alma, el Señor nunca nos deja solos, sino que es nuestro “oasis” y nuestro labrador.
Si Dios te ha llevado al desierto, gózate, porque Dios te está preparando para cosas grandes.

    III.            Si estás pasando por el desierto, vas bien, confía que el Señor te está preparando y él no te abandonará  para que perezcas.  Si quieres servir a Dios, tienes que saber que te tocará pasar por el desierto. ¿alguien aquí está dispuesto ….?






Dios Está Reclutando Valientes. Por Hna. Viviana Serrano Frías

BASE BÍBLICA: 
Mateo 11:12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.

2 Samuel 23:8 Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: Joseb-basebet el tacmonita, principal de los capitanes; éste era Adino el eznita, que mató a ochocientos hombres en una ocasión.

2 Samuel 23:9 Después de éste, Eleazar hijo de Dodo, ahohíta, uno de los tres valientes que estaban con David cuando desafiaron a los filisteos que se habían reunido allí para la batalla, y se habían alejado los hombres de Israel.

2 Samuel 23:10 Este se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó, y quedó pegada su mano a la espada. Aquel día Jehová dio una gran victoria, y se volvió el pueblo en pos de él tan sólo para recoger el botín.

2 Samuel 23:11 Después de éste fue Sama hijo de Age, ararita. Los filisteos se habían reunido en Lehi, donde había un pequeño terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido delante de los filisteos.

2 Samuel 23:12 Él entonces se paró en medio de aquel terreno y lo defendió, y mató a los filisteos; y Jehová dio una gran victoria.

2 Samuel 23:13 Y tres de los treinta jefes descendieron y vinieron en tiempo de la siega a David en la cueva de Adulam; y el campamento de los filisteos estaba en el valle de Refaim.   2 Samuel 23:14 David entonces estaba en el lugar fuerte, y había en Belén una guarnición de los filisteos.

 2 Samuel 23:15 Y David dijo con vehemencia: ¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!

 2 Samuel 23:16 Entonces los tres valientes irrumpieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén que estaba junto a la puerta; y tomaron, y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó para Jehová, diciendo:

 2 Samuel 23:17 Lejos sea de mí, oh Jehová, que yo haga esto. ¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida? Y no quiso beberla. Los tres valientes hicieron esto.

 2 Samuel 23:18 Y Abisai hermano de Joab, hijo de Sarvia, fue el principal de los treinta. Este alzó su lanza contra trescientos, a quienes mató, y ganó renombre con los tres.

 2 Samuel 23:19 Él era el más renombrado de los treinta, y llegó a ser su jefe; mas no igualó a los tres primeros.

 2 Samuel 23:20 Después, Benaía hijo de Joiada, hijo de un varón esforzado, grande en proezas, de Cabseel. Este mató a dos leones de Moab; y él mismo descendió y mató a un león en medio de un foso cuando estaba nevando.

2 Samuel 23:39 Urías heteo; treinta y siete por todos.


Aquí tenemos en este pasaje al Rey David en sus últimas palabras quien luego de exaltar la fidelidad de Dios para con él, deja testimonio de sus valientes amigos, a los cuales se les conoce como “los 30 valientes”, que en realidad eran 32 pero dos (Asael y Urías) ya habían muerto.  Es una lista de honor donde menciona sus nombres y hazañas. Todos ellos eran hombres de guerra y hombres valientes, que pelearon a su lado en la conquista de territorios para Israel.
Al leer este pasaje, pensaba en que nosotros estamos en una guerra continua, las batallas comienzan, terminan y se suceden otras, pero entre unas y otras hay esos tiempos de refrigerio en la presencia del Señor en los cuales tomamos ánimo, fortaleza y somos restablecidos, fortalecidos para seguir peleando la buena batalla de la fe, porque el enemigo, nuestro adversario el diablo se ha propuesto estorbar, “hurtar, matar y destruir” toda bendición que el Señor nos ha dado, y es por eso que el evangelista dice “el reino de los cielos sufre violencia….”

Estamos en guerra espiritual, nuestra guerra es contra las fuerzas del enemigo que tratará de impedir sobre el terreno que nos pertenece por derecho y que él ya ha usurpado. El Señor nos llama a pelear y conquistar sobre territorios que están en poder del enemigo, y a defender lo sembrado para el reino de Dios. El Señor  está reclutando un ejército, que es la iglesia,  que presente batalla al enemigo y que avance en el Reino de Dios en lo que Dios le entrega a la iglesia de Jesucristo: el señorío sobre toda la tierra. Y habrá quienes se unirán  al ejército de Jesucristo, como se unieron con David, y todos tendrán un papel que jugar. Y ¿saben qué, hermanos?, el Señor también está convocando un grupo de valientes. La iglesia necesita un grupo de hombres y mujeres que hagan cosas extraordinarias por Dios, gente que haga hazañas para el Señor, gente que tenga un corazón especial para Dios, gente que diga ‘yo voy a estar, , yo voy a servir al Señor’ y que sean personas que amen a Dios con una pasión extraordinaria y Dios las usará  en momentos de crisis y de necesidad en formas extraordinaria también.


. ¿QUÉ NOS ENSEÑA ESTE PASAJE

1° QUE ESTOS GUERREROS TENÍAN UN PERFIL PARTICULAR

§  El pasaje hace un relato pormenorizado de las más destacadas hazañas de cada uno
§  Eran líderes
§  No siempre fueron valientes, al principio fueron gente común y muchos de ellos
§  Se destacaron por su valentía y fidelidad
§  Todos pelearon junto al rey
§  Cada uno representaba una cualidad destacada en el liderazgo
§  David es figura de Cristo y los valientes de líderes de la iglesia
§  Aún lo pequeño trabajado en el reino de los cielos es valioso



 (versic. 8-12)
§  Los valientes no nacieron valientes, sino que se hicieron,
§  al principio eran gente común, muchos de ellos afligidos, endeudados, exiliados, etc.  (1° Sam. 22:2) (vidas cambiadas)
§  Fueron forjados por las circunstancias
§  Joseb- basebet “no flaqueö” (perseverancia)
§  Eleazar ;  todos huyeron, él se quedó y peleó “hasta que la espada se pegó a su mano”,  (luchar apegado a la palabra de Dios)
§  Sama, defendió un terreno de lentejas,  nos habla de defender lo sembrado por otros hermanos,  el fruto del trabajo del pueblo de Dios, defender la cosecha, las almas por las que intercedemos, aquellas recién convertidas, los que están creciendo,  también nos habla de defender la fuente de alimento para el pueblo, interceder por nuestros líderes.
§  Los de la cueva de Adulam, arriesgaron su vida yendo al pozo de Belén para traer agua al rey,  Nos habla del amor y del servicio, entrega y disponibilidad
§  David, en su actitud frente a los de la cueva de Adulan cuando le trajeron el agua, nos habla de que todo es primero del Señor, que por su gracia él lo pone en nuestras manos,  como líderes tenemos que apreciar  y tener en mucha estima y no arriesgar la vida espiritual de nuestros hermanos por un deseo personal.
§  Abisai, mató a 300 él solo. Mató gigantes.  Nos habla de la fuerza y del poder cuando peleamos junto al Señor
§  Benaía, era de la guardia personal de David, nos habla de la cercanía con el Rey, de la comunión con el Señor,  (8:18 y 20:23) dicen que mató a dos leones (moabitas hijos de Gad (1° Cro. 12:8), el león es figura de satanás vencido por Cristo.
§  Urías, nunca quiso abandonar el frente de batalla, y allí murió peleando,

a
Ø  En la guerra espiritual tenemos que ponernos en acción, e ir al frente de batalla,
Ø  el Rey de Reyes y Señor de Señores estará con nosotros, como David con sus valientes.
Ø  Luchemos con la espada de la Palabra pegada a nuestra mano.
Ø  No podemos permitir que el enemigo se robe el alimento de nuestras almas, que entre a nuestra vida con negligencia, tibieza, incredulidad, indiferencia.
Ø  Mostremos aprecio por el trabajo de nuestros hermanos en la obra del Señor,
Ø  defendamos a través de las armas espirituales respaldemos en oración, alentemos, apoyemos, , especialmente la oración  nuestro terreno de lentejas (las almas, las bendiciones, las promesas, a nuestros líderes) ,

 y ahora, cabe preguntarnos , ¿CUÁL ES LA RECOMPENSA DE LOS VALIENTES?

2° QUE DIOS TIENE EN CUENTA NUESTRO TRABAJO
a.      
§  La lista de honor de David es un reconocimiento a la labor de estos hombres.
§  Cristo tiene anotadas cada una de nuestras batallas y lo que hicimos
§  Un día seremos recompensados por esas obras, Dios tiene preparadas coronas de gloria

b.      
Samuel 2:30  Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.

c.       
Aunque nuestros nombres y nuestras obras no sean escritas en la lista de honor de la Biblia, seguramente el Señor las tiene escritas en su libro y un día nos recompensará y seremos coronadas por ellas.
A veces, tanta lucha nos tiende al desánimo, pero el saber que el Señor está con nosotros, el saber que él nos ha honrado con el privilegio de pertenecer al ejército de Dios, y que un día nos recompensará, no da valor y fe para ser un buen soldado.


Estos guerreros cuando conocieron al rey no eran guerreros, eran almas lastimadas, marginados, despreciados, lo que llegaron a ser lo fueron por la influencia de David.  Y llegaron a convertirse en  valientes que  lucharon contra gigantes, hombres muchos más grandes que ellos mejor preparados en la guerra, más fuertes que ellos,  pero no tuvieron miedo, pelearon y tuvieron victoria y tuvieron al final el reconocimiento de su rey.


ü  Dios tiene está levantando un ejército en este tiempo,
ü  Nosotros somos los soldados de este ejército
ü  cuando conocimos al Señor muchos éramos como aquellos de la cueva de Adulam.
ü  Jesús nos encontró y nos transformó en lo que somos ahora.

ü  En estos tiempos hay gigantes que parecen  difíciles de vencer, que a veces atemorizan al pueblo de Dios .
ü  no hay gigante que pueda vencernos cuando el Señor pelea a nuestro lado.
ü  Tenemos un líder que no nos va a abandonar y contamos con las mejores armas
ü  Tengamos la decisión y la entrega suficiente para hacer por Dios lo que tengamos que hacer, no simplemente pensando que El es poderoso, sino en que el nos ha dado la orden de hacerlo.
ü  ¿Necesitará Dios hombres y mujeres así para este tiempo?

      II.            
El pudo haberlo hecho solo, pero nos ha dado la oportunidad de ser bendecidos y ser parte de la historia. Dios está escribiendo una lista de valientes, ¿estará tu nombre allí?
Nos ha dado la oportunidad de ser parte de su ejército . ¿seremos valientes?








Embajadores del Reino de Dios. Por Hna. Viviana Serrano Frías

 Base Bíblica:


Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
2 Corintios 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Introducción:

Las naciones y reinos de la tierra tienen su embajada y sus representantes en territorio extranjero, y esa embajada es como si fuera un pedacito de su país en otro territorio.  Así en tiempos de guerra, muchos llegan a las embajadas pidiendo refugio y protección.
La Palabra nos habla de nuestra condición de “extranjeros” en este mundo, un antiguo himno dice “tengo una patria más allá…”. El apóstol Pablo nos dice que nuestra ciudadana está en los cielos….. es decir, espiritualmente no somos ciudadanos del mundo, sino del reino de Dios, de la Jerusalén celestial.
Proposición:
Somos ciudadanos del Reino de Dios y como tales, Dios nos ha dado la misión de ser embajadores suyos aquí en la tierra.

¿QUÉ SOMOS?

1° somos EMBAJADORES
a. 
El embajador es el representante de un soberano en tierra extranjera y tiene el mismo status que aquél a quien representa.


·        Quien ve al embajador ve al soberano y a los intereses de su reino
·        El embajador no actúa en su nombre  sino en el nombre de su rey o presidente.
·        El embajador posee inmunidad diplomática (no está sujeto a otras leyes que las de su reino)
·        Tiene poderes especiales (plenipotenciario)
·        El embajador tiene una jurisdicción territorial llamada embajada

   
Ud. y yo no pertenecemos a este mundo, aunque vivamos aquí, sabemos que estamos de paso porque somos ciudadanos del Reino de Dios.  Nuestro Rey es el Señor Jesucristo, a él reconocemos toda soberanía y autoridad sobre nuestra vida y le debemos fidelidad y obediencia.
El Señor nos ha elegido para ser sus representantes, sus embajadores en la tierra,  para dar a conocer su reino, promover los intereses del reino de Dios y actuar en SU NOMBRE, para ello nos ha dotado del poder de su Espíritu Santo y nos ha dado su autoridad para obrar en su Nombre, en el nombre de Jesús, y que todos vean en nosotros y conozcan a través de nosotros  al Señor.  El nos ha dado inmunidad, estamos bajo la ley de la gracia y no la ley del pecado.  Y nadie puede acusarnos, ya que él nos ha justificado.  Nadie puede tocarnos, porque él nos protege.
Frase de transición:

Ahora que hemos visto que somos EMBAJADORES nos toca preguntarnos ¿cuál es nuestro lugar en el mundo?

2° LA EMBAJADA


Todo embajador ejerce su función en un área territorial, la embajada es ese territorio donde está el embajador hace valer las leyes de su reino, allí flamea la bandera de la respectiva nación,  y allí los ciudadanos de ese reino y todo aquel que venga a solicitar refugio, estará a salvo.

La iglesia es ese lugar donde los embajadores del reino de Dios preparan sus planes de trabajo, reciben a los que necesitan asistencia y refugio. A la embajada ningún extraño entrará si no se somete primero a las leyes de la nación y a su soberano.

c.     
La iglesia, no como espacio físico, sino como edificio espiritual,  es ese lugar donde todo aquel que entrare se pone automáticamente bajo la soberanía del Señor, ese lugar donde los que son ciudadanos del reino de Dios entran libremente y son protegidos, y ese lugar donde los que no son ciudadanos del reino de Dios llegan pidiendo ayuda, refugio, asistencia, protección, salvación.

Ni el mundo, ni el enemigo, ni nada o nadie tiene autoridad o poder en ese lugar, porque es territorio del Señor, la Iglesia es el lugar donde mora Cristo, 
Donde él es soberano.  Allí el Espíritu Santo está levantando bandera cuando el enemigo viene como río…. Y el enemigo sabe que no puede pisar allí.

La Palabra de Dios nos muestra que no somos ciudadanos de este mundo, que aquí estamos de paso y somos extranjeros con una misión,  somos EMBAJADORES del Reino de Dios, a quienes nuestro Rey nos ha encomendado llevar palabra de reconciliación al mundo pecador en el Nombre de Jesús.

     II.             Ud. y yo como pueblo de Dios somos sus representantes sobre la tierra    el Señor nos ha dado la misión de dar a conocer las noticias (evangelio)  de su reino, su Nombre  y el plan de Salvación de Jesucristo para este mundo.

Dios ha delegado como Rey de reyes y Señor de señores, su poder y autoridad a la Iglesia para hacer su obra y  para actuar en su Nombre, para extender su reino.


      Hay muchos lugares donde todavía no hay embajadores, ¿estaría dispuesto Ud. a serlo?