El Espejo de la Gloria de Dios

Esta semana estaba leyendo el Libro de Malaquías, y el Señor hizo detener mis ojos en un texto en particular del pasaje, y fue de gran bendición para mi vida, por ello deseo compartirlo con los lectores y es mi oración que redunde en bendición para Uds. también.


Malaquías cap. 3:3 dice "Y Él se sentará como fundidor y purificador de plata".
Hay muchos pasajes bíblicos donde el Señor se presenta a través de diferentes oficios, Creador, Padre, Salvador, Pastor, Juez, Sembrador, Labrador, etc. El pasaje que nos ocupa hoy habla de un "platero".  La verdad no sabía demasiado de este oficio, así que me puse a investigar y, también tuve en cuenta el marco histórico, pues los avances tecnológicos de hoy en día hacen que el desarrollo de los distintos oficios sean muy diferentes de la época de las Escrituras, sin embargo, hay oficios que aún hoy en días siguen siendo lo que se dice "artesanales".  En medio de un mundo donde la tecnología gana protagonismo y los haceres van perdiendo la identidad personal del "hacedor" y, los artesanos ya son una suerte de especie en extinción, encontramos la labor del ORFEBRE.
Me asombré mucho al descubrir que este es un oficio todavía artesanal y que requiere ciertas diligencias y muchos cuidados.  Es un trabajo de tiempo y de paciencia, pero también de sufrimiento y entrega.
El orfebre sostiene la pieza de plata sobre el fuego dejándolo calentar intensamente, la temperatura es elevada, el orfebre debe mantener la pieza en medio del fuego donde las llamas son más fuertes, donde la temperatura alcanza su mayor grado, y es allí donde la plata es refinada, las impurezas (escorias) se queman y entonces va adquiriendo brillo.
Este artesano debe permanecer sentado frente al fuego durante todo el tiempo que dura el proceso de refinamiento de la plata.  Y además, debe mantener su mirada permanente sobre ella porque si la plata se quedara en el fuego más de lo necesario sería destruida, por tanto, esta labor es de mucho cuidado y atención.
¿Como conoce el platero cuando la plata está lista?  la respuesta es CUANDO PUEDE VER COMO EN UN ESPEJO SU IMAGEN REFLEJADA EN ELLA.


Maravillada volví a meditar en el texto de Malaquías 3.3 y recordé otro más en 2° Co. 3:18 que dice "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor , somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor."  Y entonces, el Señor me hizo ver que en medio de las pruebas y de las batallas que día a día nos tocan en el Camino de la Vida en Cristo, Jesús está allí sentado sosteniéndonos en medio del fuego de las pruebas pero aunque hemos de pasar por el fuego, el nos dice en su palabra "cuando pases por el fuego no te quemará ni la llama arderá en ti", pero debes pasar por el fuego, debemos hermanos amados pasar por el fuego, no quedarnos en él.   A veces las pruebas vienen a nuestras vidas y parece que nunca vamos a salir, parece que se hace tan largo el proceso, y el fuego nos duele, y lloramos, y clamamos, pero mi hermano, permaneceremos allí hasta que SU IMAGEN SE REFLEJE EN TI Y EN MI. Entonces, cuando llegue ese momento El nos quitará con su mano del fuego, porque ya hemos sido purificados, porque ya las escorias se han quemado, porque ya no hay impureza en nosotros. Porque ahora BRILLAMOS REFLEJANDO EL RESPLANDOR DE SU GLORIA. 
Amado hermano, que lees esta reflexión, quizá tú estés pasando por esos momentos justo ahora, y te sientas desmayar, ten ánimo y confía, en las manos del Maestro orfebre, Jesucristo, estás seguro.  Hermano, Dios nunca nos hace pasar por fuego para algo peor, sino para algo mejor, para hacernos mejores cristianos, mejores personas, mejores hijos de Dios, para fortalecer nuestra fe, para animar la esperanza, para hermosear nuestras vidas con su gloria.  Ten ánimo y confía, Jesús continuará con sus ojos fijos sobre tí y estará allí sosteniéndote, no te quemarás, solo serás transformado para cual espejo reflejar la gloria de Dios en este mundo que anda en tinieblas.

La venida del Señor se acerca, la tierra habla, las piedras claman, el mar se estremece, el cielo se trastorna y los astros nos dan señales, pero nadie sabe el día ni la hora, solo el Señor, nosotros conocemos que el tiempo es corto, que hay que estar preparados, pero también que aún hay muchos que no le conocen, hay almas que se pierden sin salvación, sin escuchar el bendito evangelio de Jesucristo. A tí y a mí nos compete reflejar la gloria de Dios en este mundo pecador y corrupto.  Ese es nuestro propósito aquí, ser luz.  No te quejes cuando te toque pasar por el fuego, gózate, alaba, adora al Señor, porque quiere decir que el te ha tenido en cuenta para reflejar su gloria. ¡¡ Qué privilegio y que bendición!!