Jesús es nuestro reposo

Texto Bíblico: Salmos 62 : 1 - 12


Esta vez quiero invitarte a compartir estos versículos del Salmo 62.  Pensaba en que el hombre y la mujer de hoy y de ayer han puesto su confianza en diversas cosas, las propias habilidades de "ser capaces de...", las posesiones "mis bienes, mis posesiones", la familia "ellos te aman, no te abandonarán", los amigos "ellos están siempre, no me van a dejar solo", un servicio civil "hay policía, estamos seguros", un sistema de monitoreo "pondré alarmas a todo y dejaré de preocuparme", una póliza de seguro "tengo seguro, duermo tranquilo".  
Sin embargo, hoy por hoy, nadie se siente seguro de nada, la gente vive consternada, en zozobra constante,  angustiada del porvenir. Esto es algo común para el que tiene y para el que no tiene.  
Entonces, medité en lo que es la verdadera seguridad y dónde hallarla.




En el verso 1 el Salmista decía desde su experiencia "en tí solamente está acallada mi alma", y ciertamente, hay uno sólo y un solo lugar donde encontrar esa seguridad, esa paz.
El verbo "acallar" indica sosegar, hallar sosiego y tranquilidad. 
Y para los que hemos gustado de la presencia del Señor en nuestra vida, hemos de coincidir que SOLO en CRISTO hay SEGURIDAD, solo en él está acallada nuestra alma.
El es nuestra paz, quien en la angustia sacia nuestra alma de bien,  Cristo es nuestro seguro de Vida y de Paz.  
La vorágine del cotidiano vivir nos hacen correr hacia aquí y allá y en medio de ese derrotero, a veces se nos olvida que "solamente en El esta acallada nuestra alma"


El versículo 2 nos dice "no resbalaré mucho", no dice que no nos vamos a resbalar, que no nos vamos a deslizar o que no vamos a caer, dice que si lo hacemos no será mucho. Pues en medio de la dificultad tenemos una roca de refugio, un escondedero fuerte, Jesús es nuestra Salvación


La causa del tropiezo o de ese resbalón la dan los versos 3 y 4: maquinaciones del enemigo, pregunta el salmista "¿hasta cuando maquinareis contra un hombre tratando todos vosotros de aplastarle?  Las mentiras, maldiciones, la hipocresía de aquellos que bendicen con su boca pero maldicen en el corazón, el ponerle el pie encima al otro pueden hacer tropezar.


El verso 5 al 7 enfatiza la afirmación hablando a su propia alma "alma mía, en Dios solamente reposa", el salmista hablando a su propio corazón, diciéndole que su único reposo en el Señor.  
En los momentos de angustia, cuando hemos sido lastimados por los que maquinan contra nosotros, nuestros angustiadores, los que buscan aplastrarnos escudándose en una falsa santidad y en un doble ánimo. Y a continuación explica el salmista el motivo, su razón, "porque de él es mi esperanza". Y allí está la clave, el mundo tiene su esperanza en diversas cosas, pero el pueblo del Señor tiene puesta su esperanza en Cristo.  Jesús es nuestra Esperanza. El es nuestro reposo en el cual podemos descansar confiados sin temer de lo que nos amenace.  Esperanza porque en Dios hay siempre una salida.  Refugio porque en el podemos escondernos hasta que pasen las dificultades, hasta que los malignos sean dispersados.


El verso 8 es una invitación abierta "esperad en él todo el tiempo, oh pueblos", es una invitación a confiar en el Señor y a hacerlo de continuo, siempre no sólo a veces.
En la segunda parte el versículo nos invita a algo más "derramad delante de él vuestro 
corazón", en otras palabras humillarnos delante de Dios y no delante del enemigo.  Que importante es estar de rodillas ante el Señor, eso nos mantendrá de pie frente al enemigo. 
Hermanos, recordemos que Jesús tiene todas nuestras lágrimas en su redoma, ninguna cae sin que él la recoja, pero no vale la pena derramar lágrimas frente al enemigo.  Entonces, esperamos en Dios que el es nuestro Refugio.


El verso 9 presenta al hombre sin Dios como vanidad y mentira, frente a un Dios que es VERDAD. Ellos están llenos de nada, nosotros estamos llenos de Cristo.  Llenos de Verdad.


 El verso 10 advierte, "no confiéis en violencia, ni en la rapiña, no os envanezcáis, si se aumentan la riquezas no pongáis el corazón en ellas" , el Señor nos dice a través del salmista, no confíes en lo que confía el mundo, confía en mí.  Solo confía en mí, dice el Señor. 


El verso 11 afirma "que de Dios es el poder"  ¡Qué hermoso es aprender a depender del Poder de Dios!, porque es ahí donde hay seguridad y reposo, el poder de Dios nos hace tener paz. 


El verso 12 concluye algo más aún, "tuya oh, Señor es la misericordia porque tú pagas a cada uno..."  En el Señor hay misericordia y justicia.  El tiene misericordia de nosotros cuando confiamos y descansamos en él sabiendo que suyo es el poder y sabiendo que Dios dará a cada uno lo que corresponda, el es juez justo.


Amado hermano/a que tu corazón aprenda a reposar solamente en el Señor, que puedas esperar en el en todo tiempo y entonces vivas confiado y en victoria.
Espero esta reflexión sea de bendición y ánimo para tu vida.  Jesús te bendiga con paz.