jueves, 31 de julio de 2014

Embajadores del Reino de Dios. Por Hna. Viviana Serrano Frías

 Base Bíblica:


Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
2 Corintios 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Introducción:

Las naciones y reinos de la tierra tienen su embajada y sus representantes en territorio extranjero, y esa embajada es como si fuera un pedacito de su país en otro territorio.  Así en tiempos de guerra, muchos llegan a las embajadas pidiendo refugio y protección.
La Palabra nos habla de nuestra condición de “extranjeros” en este mundo, un antiguo himno dice “tengo una patria más allá…”. El apóstol Pablo nos dice que nuestra ciudadana está en los cielos….. es decir, espiritualmente no somos ciudadanos del mundo, sino del reino de Dios, de la Jerusalén celestial.
Proposición:
Somos ciudadanos del Reino de Dios y como tales, Dios nos ha dado la misión de ser embajadores suyos aquí en la tierra.

¿QUÉ SOMOS?

1° somos EMBAJADORES
a. 
El embajador es el representante de un soberano en tierra extranjera y tiene el mismo status que aquél a quien representa.


·        Quien ve al embajador ve al soberano y a los intereses de su reino
·        El embajador no actúa en su nombre  sino en el nombre de su rey o presidente.
·        El embajador posee inmunidad diplomática (no está sujeto a otras leyes que las de su reino)
·        Tiene poderes especiales (plenipotenciario)
·        El embajador tiene una jurisdicción territorial llamada embajada

   
Ud. y yo no pertenecemos a este mundo, aunque vivamos aquí, sabemos que estamos de paso porque somos ciudadanos del Reino de Dios.  Nuestro Rey es el Señor Jesucristo, a él reconocemos toda soberanía y autoridad sobre nuestra vida y le debemos fidelidad y obediencia.
El Señor nos ha elegido para ser sus representantes, sus embajadores en la tierra,  para dar a conocer su reino, promover los intereses del reino de Dios y actuar en SU NOMBRE, para ello nos ha dotado del poder de su Espíritu Santo y nos ha dado su autoridad para obrar en su Nombre, en el nombre de Jesús, y que todos vean en nosotros y conozcan a través de nosotros  al Señor.  El nos ha dado inmunidad, estamos bajo la ley de la gracia y no la ley del pecado.  Y nadie puede acusarnos, ya que él nos ha justificado.  Nadie puede tocarnos, porque él nos protege.
Frase de transición:

Ahora que hemos visto que somos EMBAJADORES nos toca preguntarnos ¿cuál es nuestro lugar en el mundo?

2° LA EMBAJADA


Todo embajador ejerce su función en un área territorial, la embajada es ese territorio donde está el embajador hace valer las leyes de su reino, allí flamea la bandera de la respectiva nación,  y allí los ciudadanos de ese reino y todo aquel que venga a solicitar refugio, estará a salvo.

La iglesia es ese lugar donde los embajadores del reino de Dios preparan sus planes de trabajo, reciben a los que necesitan asistencia y refugio. A la embajada ningún extraño entrará si no se somete primero a las leyes de la nación y a su soberano.

c.     
La iglesia, no como espacio físico, sino como edificio espiritual,  es ese lugar donde todo aquel que entrare se pone automáticamente bajo la soberanía del Señor, ese lugar donde los que son ciudadanos del reino de Dios entran libremente y son protegidos, y ese lugar donde los que no son ciudadanos del reino de Dios llegan pidiendo ayuda, refugio, asistencia, protección, salvación.

Ni el mundo, ni el enemigo, ni nada o nadie tiene autoridad o poder en ese lugar, porque es territorio del Señor, la Iglesia es el lugar donde mora Cristo, 
Donde él es soberano.  Allí el Espíritu Santo está levantando bandera cuando el enemigo viene como río…. Y el enemigo sabe que no puede pisar allí.

La Palabra de Dios nos muestra que no somos ciudadanos de este mundo, que aquí estamos de paso y somos extranjeros con una misión,  somos EMBAJADORES del Reino de Dios, a quienes nuestro Rey nos ha encomendado llevar palabra de reconciliación al mundo pecador en el Nombre de Jesús.

     II.             Ud. y yo como pueblo de Dios somos sus representantes sobre la tierra    el Señor nos ha dado la misión de dar a conocer las noticias (evangelio)  de su reino, su Nombre  y el plan de Salvación de Jesucristo para este mundo.

Dios ha delegado como Rey de reyes y Señor de señores, su poder y autoridad a la Iglesia para hacer su obra y  para actuar en su Nombre, para extender su reino.


      Hay muchos lugares donde todavía no hay embajadores, ¿estaría dispuesto Ud. a serlo?




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